miércoles, 27 de agosto de 2014

Hola, mi nombre es Luis Carlos, tengo 15 años de edad.
Bueno, Escribo en este blog, porque me gustaria compartir mi historia, y quiero tratar de evictar que otras personas comentan el mismo error que he cometido. Tal vez no sea mucho, pero se que de algo sirviran mis experiencias.


No solo las princesas quieren verse perfectas ¿saben?...
Anna y Mia no son unas princesas, y lo feo es que no te das cuenta hasta que estas a la deriva.

Todo, empezo cuando yo tenia 13 años. Pasaba horas frente al espejo, mi cuerpo nunca me ha parecido atractivo, queria sentirme hermoso, y esque estaba ciego, no lo podia ver, mi cuerpo estaba bien, yo esta bien, no habia nada de malo en mi.
 Recuerdo muy bien que recurri a la bulimia   para bajar de peso. Asi di el primer paso a un gran error. Lo hice, y a decir verdad, me senti muy bien, realemente me sentia bien. Al principio no lo hacia seguido, pero a los 14 mas o menos, las visitas al baño despues de comer poco a poco se hicieron continuas.
El sentirme culpable despues de comer, esas ganas de llorar por no sentirme hermoso, me orillaban a hacer lo que hacia, probocarme el bomito o hacer ejercicio como loco, si no me provocaba el bomito, hacia ejercicio hasta sentir que lo habia perdido todo, no paraba hasta que yo creia que habia perdido todas las calorias.
 La unica forma de estar comodo conmigo mismo, era ''expulsando el veneno de la manzana envenenada''
Me era muy desesperante verme al espejo y no ver resultados en mi cuerpo. Pero si los habia, mi cuerpo estaba cambiando. Yo no lo podia ver porque como dije, estaba ciego.
Despues de cada comida, me levantaba de la mesa para echar a correr al baño, tomaba mi cepillo dental, y a escondidas de mis padres, aprovechaba que ellos no se levantanban de la mesa hasta unos 15 minutos despues de comer, y expulsaba el ''veneno'' de mi cuerpo.
Sentia mi garganta muy lastimada, me dolia al pasar saliva, y aun asi no lo dejaba de hacer.
 Mis dientes se entornaron amarillentos. Mis pantolones ajustados,  no me quedaban ni de la cintura, mis poleras ya eran bombachas. Mi unforme se me caia. los primeros meses de haber ingresado al colegio, mi unifornme me quedaba perfecto, pero a medio ciclo escolar, tenia que usar cinturon para sujetar mi pantalon.

Hubo un tiempo en el que tuve que dejar de hacerlo, pues una de mis primas se habia mudado con nosotros (ella sabia lo que hacia, pero aun asi no decia nada, ''necesitaba evidencia para hablar'')


No tuve mas remedio que recurrir a dietas excesivas. Beber liquidos como si de eso dependiera. masticar hielo para que se pasara el hambre. Tres horas de ejercicio no podian faltar. Adiario era la misma rutina.

Pero...